Empresario Impulsado a Curar la DMD Después de un Diagnóstico Familiar Devastador

Larry Luxner | Fecha de publicación 9 de mayo del 2022

Ilan Ganot, fundador y director ejecutivo de Solid Biosciences con su familia: (I-D) Annie Ganot, la hija Alexy Lulu, su perro Roxy, el hijo Eytani, la hija Eliya y su perro Panda. Créditos: Caitrin Dunphy.

NASHVILLE, Tennessee— La historia de Ilan Ganot empieza como la de tantos otros padres de niños con distrofia muscular de Duchenne (DMD): etapas perdidas, visitas a pediatras y después el diagnóstico devastador de una enfermedad de la que nunca han escuchado.

Después, Ganot estaba determinado en hacer algo más allá de unirse a campañas de defensa y concientización, como muchas familias hacen.

“Comencé a darme cuenta de que la ciencia puede estar en las primeras etapas de encontrar algunas respuestas”, dijo. “Con un poco de ayuda de amigos y la influencia de personas a las que aprecio y por las que estoy agradecido, me ayudaron a tomar algunas decisiones importantes sobre nuestro futuro como familia”.

Ganot es ahora el director ejecutivo de Solid Biosciences, ubicado en Cambridge, Massachusetts. A la par de su esposa, Annie, el gurú financiero nacido en Israel cofundó Solid después de que su hijo, Eytani, fue diagnosticado con Duchenne en el 2012.

Entrevistado en la Conferencia Clínica y Científica de la Asociación de Distrofia Muscular del 2022 aquí, Tennessee, Ganot recordó cómo recaudó $17 millones para lanzar Solid con la esperanza de encontrar una cura para la DMD, que afecta aproximadamente a 1 de cada 5000 niños recién nacidos.

“Creíamos, incluso antes de fundar la empresa que, en una enfermedad complicada y compleja como Duchenne, en la que se ven afectados muchos órganos y muchos aspectos de la vida diaria, es útil concentrarse y comprender realmente con lo que se está lidiando”, dijo Ganot a Rare Disease Advisor.

“Desde los primeros días, me comprometí a incorporar a personas que tuvieran experiencia en esta enfermedad en todos los diferentes aspectos que se necesitan para realmente hacer un programa de desarrollo de medicamentos y comenzar una empresa”, dijo.

Un enfoque en la terapia génica

Originario del suburbio de Herzliyya en Tel Aviv, el ahora banquero de inversiones de 48 años asistió a la London Business School en Inglaterra y vivía en la ciudad de Nueva York cuando nació Eytani en 2010.

“Alrededor de los 6 meses de edad, Annie comenzó a notar que él tardaba en alcanzar ciertos metas de desarrollo. No teníamos motivos para estar demasiado preocupados, pero comenzamos a darle seguimiento y a ver a diferentes expertos. Dos años más tarde, después de ser trasladado a Londres por trabajo, un pedíatra que vio a Eytani sospechaba que algo más podría estar pasando, y le hizo una serie de pruebas. Una de esas pruebas resultó en un diagnóstico de Duchenne”, dijo.

“Fue horrible. Recuerdo recibir la llamada en el piso de comercio, y buscar en Google y descubrir todo lo que es malo al respecto: esperanza de vida limitada, calidad de vida horrible, progresiva, irreversible, todo lo que nunca quieres oír sobre tu hijo. Sí, esos eran días muy tristes.”

Entre tener otro hijo, Alexy Lulu, y mudarse a Boston para lanzar su compañía, Ganot y su esposa inmediatamente hicieron que Eytani, de 3 años, comenzara a tomar esteroides bajo el cuidado de la Dra. Brenda Wong, directora del Programa Duchenne en la Universidad de Massachusetts en Worcester.

Alrededor de ese tiempo, Ganot concluyó que la regulación de la distrofina y las terapias de omisión de exón no tendrían el tipo de efecto significativo que los padres querían ver en sus hijos, incluso si esas terapias obtuvieran la aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA). Entonces, hace unos 6 años, Ganot y su compañía dirigieron su atención a la terapia génica.

“No empezamos haciendo terapia génica. Comenzamos a buscar todo lo que estaba disponible, pero al principio tuvimos en nuestras manos algunos datos de animales que sugerían que la microdistrofina específicamente podría tener un beneficio significativo en Duchenne”, explicó Ganot.

“Obtuvimos la licencia de lo que creemos que sigue siendo el candidato más prometedor de una construcción de microdistrofina. Empaquetamos eso en AAV9, que es algo que en 2015 estaba alcanzando hitos tempranos en la atrofia muscular espinal (SMA, por sus siglas en inglés) y terminó siendo aprobado como Zolgensma® (onasemnogene abeparvovec-xioi)”.

Resultados alentadores sobre la microdistrofina

Después de extensas pruebas en ratones, perros y monos, en las que se demostró que la administración terapéutica de microdistrofina por AAV restaura la función muscular, Solid comenzó las pruebas en humanos en 2018.

“Tenemos resultados bastante increíbles en ratones y perros”, explicó. “Ahora, tratamos a los animales temprano en su vida. No es exactamente equivalente a tratar a los pacientes más adelante en su vida y, a menudo, el daño que ya se ha hecho es difícil de revertir. Pero hay muchas esperanzas de que el gen de la microdistrofina y la proteína que codifica puedan estabilizar el músculo y definitivamente mejorar su función.

Teóricamente, tales terapias génicas deberían funcionar a cualquier edad, aunque generalmente se prefieren niños de menor edad para tales ensayos por varias razones relacionadas con la seguridad, la disponibilidad de materias primas y el costo de fabricación.

La toxicidad también es un problema”, dijo. “Lo que creemos es que cuanto antes se trate, más probable es que ayude al paciente a experimentar un mejor resultado”.

Solid está realizando un ensayo clínico (NCT03368742) para su terapia de investigación, SGT-001. Dos años después de recibir la infusión única, los 9 niños que participaron “expresan microdistrofina en niveles significativos, además de mostrar resultados funcionales que son mejores que la base de referencia y donde hubiera esperado, y definitivamente mejores de lo que hubiera esperado verlos a la edad de 10 años y medio”.

El 14 de marzo del 2022, Solid informó que los datos de 2 años de los primeros 3 pacientes en su cohorte de dosis alta “sugieren una función motora y una función pulmonar sostenidas o mejoradas y resultados clínicamente validados informados por los pacientes en comparación con las disminuciones esperadas informadas por los datos de historia natural .”

El 27 de abril del 2022, la compañía dijo que haría la transición de SGT-001 a un proceso de fabricación a escala comercial, avanzando su microdistrofina diferenciada, SGT-003, hacia una presentación anticipada de nuevo fármaco en investigación (IND, por sus siglas en inglés) a la FDA a principios del 2023.

Los pros y los contras de las pruebas de detección para recién nacidos

Solid reportó $13.6 millones en ingresos en 2021 como resultado de su colaboración en servicios de investigación y reembolso de costos con la compañía biofarmacéutica Ultragenyx. Sus gastos de investigación y desarrollo para el primer trimestre de 2022 fueron de $19,9 millones, frente a los $14,4 millones del primer trimestre de 2021, y tenía $180,1 millones en efectivo y otros activos disponibles al 31 de marzo de 2022.

Cuando se le preguntó si la aprobación de la FDA de mayo de 2019 del onasemnogen abeparvovec para tratar la SMA tiene alguna implicación para el éxito final de la terapia génica para la Duchenne, Ganot dijo: “Sé que a la gente le gusta agrupar enfermedades raras, pero todas son muy diferentes. Por supuesto, SMA es neurona motora y Duchenne es deficiencia de distrofina. Pero también hay similitudes. Ambos son fatales y ambos requieren mucha intervención”.

A pesar de las ventajas obvias del diagnóstico temprano, Ganot no se encuentra entre los que están a favor de la implementación inmediata de exámenes de detección de DMD en recién nacidos a nivel nacional antes de que haya una cura disponible. “Tengo que decirles que como alguien que tiene ese tipo de experiencia personal con una enfermedad rara de esta naturaleza, veo algún mérito en el argumento de que hasta que haya un buen tratamiento, tal vez no necesite saberlo”, dijo. “El conocimiento de Duchenne no es algo bueno para una familia. No es algo bueno para un niño”.

En cuanto a Eytani, que ahora tiene 11 años, Ganot dijo que en este momento su hijo sabe mucho sobre su enfermedad, pero no todos los detalles.

“Él no es particularmente curioso al respecto”, dijo. “A esta edad, podría usar Google y buscarlo él mismo. Siempre seríamos honestos con él si preguntara, pero no pregunta mucho”.

Ganot agregó: “Él es muy consciente de sus limitaciones. Usa mucho la silla de ruedas. Es mucho más bajo (que otros niños de su edad) y obviamente no es fuerte. La enfermedad también lo está afectando cognitivamente. Dicho esto, es un chico dulce. Tiene dos hermanas y padres amorosos, y hacemos todo lo posible para mantenerlo feliz”.

Para leer la nota original de divulgación en inglés consulte: https://www.rarediseaseadvisor.com/features/dmd-features/businessman-driven-cure-dmd-after-devastating-family-diagnosis/

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