La ecografía muscular puede ayudar a controlar la progresión de la AME: Indica un estudio

Los pacientes mostraban atrofia muscular, signos de grasa y tejido conjuntivo donde debería haber músculo

 

Por: Lindsey Shapiro, PhD | 21 de junio del 2023 

En un estudio reciente, las anomalías musculares observadas mediante ecografía (ultrasonido) se correlacionaron con la función motora en personas con atrofia muscular espinal (AME).

Aunque los hallazgos variaron algo según el grupo muscular y el tipo de AME, los datos del ultrasonido indicaron que, en general, los pacientes con AME presentaban atrofia muscular y signos de grasa y tejido conjuntivo donde normalmente habría músculo. Un mayor grado de estos cambios se asoció con deficiencias funcionales más significativas en los tipos 2-4 de AME.

Por tanto, una ecografía muscular puede ser “útil para cuantificar los cambios musculares en la AME”, afirman los investigadores en el artículo “ Los Cambios en la Ecografía Muscular se Correlacionan con el Deterioro Funcional en la Atrofia Muscular Espinal “, publicado en Ultrasound in Medicine & Biology.

La AME se caracteriza por la pérdida progresiva de las células nerviosas especializadas que intervienen en el movimiento voluntario (motoneuronas), lo que provoca debilidad y atrofia muscular. Para controlar su progresión y las respuestas al tratamiento en la clínica y en los ensayos clínicos, se utilizan pruebas funcionales para evaluar la capacidad de los pacientes para realizar determinadas actividades y alcanzar los logros motores apropiados para su edad.

La ecografía es un tipo de prueba de imagen muy utilizada que emplea ondas sonoras para generar una imagen de los tejidos y estructuras del cuerpo. Determinados tipos de ecografía pueden examinar el tamaño y la salud de los músculos.

Estas pruebas son fiables y fáciles de realizar, y permiten una evaluación rápida de varios músculos. Podrían ser una buena forma de monitorear el estado muscular y la progresión de la enfermedad en la AME, posiblemente evitando la necesidad de pruebas funcionales que requieren más tiempo, o podría ser una manera de complementarlas.

Algunos datos indican que los niños con AME tienen un grosor muscular reducido, lo que refleja atrofia muscular, y sus músculos aparecen hiperecogénicos en una ecografía, lo que sugiere anomalías o daños en el tejido en comparación con el tejido sano. La hiperecogenicidad se refiere a una elevada densidad de ondas sonoras en relación con las estructuras cercanas. Suele observarse en calcificaciones óseas (de hueso) y adiposas (de grasa).

Aun así, la mayoría de los estudios que evaluaron la utilidad de la ecografía muscular para la AME incluyeron pocos pacientes y no examinaron si los hallazgos ecográficos se correlacionaban bien con el estado funcional de los pacientes.

Para saber más, los científicos realizaron ecografías musculares a 41 pacientes con AME de los tipos 1 a 4, atendidos en el Neuromuscular Clinic of Hospital das Clinicas de Brasil y las compararon con las ecografías de 46 personas sanas de la misma edad y sexo.

Progresión de la enfermedad en grupos musculares según el tipo de AME

De los pacientes, con edades comprendidas entre los 4 meses y los 43 años, 9 padecían AME tipo 1, 16 AME tipo 2, 12 AME tipo 3 y cuatro AME tipo 4.

Todos se sometieron a pruebas de ultrasonido en diferentes músculos: el bíceps braquial (parte superior del brazo), el recto femoral (muslo), el diafragma (músculo de la respiración), los músculos intercostales (caja torácica; implicados en la respiración) y el multífido torácico de la columna vertebral.

En todos los grupos musculares examinados, los pacientes con AME mostraron en general signos de hiperecogenicidad en relación con las personas sanas, según indicaron los resultados. Esta hiperecogenicidad surge de la sustitución del músculo normal por tejido conectivo y grasa que cambian la imagen, señalaron los científicos.

Aun así, los resultados de grupos musculares específicos de cada subtipo variaron. Los pacientes del tipo 4 mostraron la menor diferencia en los valores ecográficos en comparación con las personas sanas, que sirvieron de control, sin que se observaran diferencias significativas.

El músculo bíceps promedio se redujo significativamente en los pacientes de tipo 1 en relación con las personas sanas. Además, el tamaño del recto femoral se redujo significativamente en todos los tipos en relación con el grupo de control.

El estado funcional de los pacientes de tipo 1 fue evaluado por un fisioterapeuta utilizando la Prueba Infantil de Trastornos Neuromusculares del Hospital Infantil de Filadelfia (CHOP INTEND, por sus siglas en inglés), mientras que todos los demás pacientes fueron evaluados con la versión extendida de la Escala Funcional Motora de Hammersmith (HFMSE, por sus siglas en inglés).

Las puntuaciones HFMSE se correlacionaron significativamente con el tamaño del músculo bíceps, así como con el grado de hiperecogenicidad en los músculos bíceps, el recto femoral e intercostal, lo que refleja una relación entre los hallazgos ecográficos y el estado funcional de los pacientes. Las puntuaciones de CHOP-INTEND no se correlacionaron con los hallazgos ecográficos con el tipo 1.

“Futuros estudios longitudinales con un grupo mayor de pacientes con AME tipo 1 y comparando datos en múltiples etapas durante el tratamiento pueden validar nuestros hallazgos y la utilidad de la ecografía para monitorear la respuesta al tratamiento”, los investigadores señalaron que más análisis para comparar los hallazgos en estos músculos con las pruebas de función pulmonar “podrían validar la utilidad de nuestros hallazgos como predictor del compromiso respiratorio neuromuscular”, dado que se observaron cambios limitados en el diafragma, un músculo importante para la respiración.

 

Sobre la autora

Lindsey Shapiro, PhD

Lindsey obtuvo su doctorado en neurociencia en la Universidad de Emory en Atlanta, donde estudió nuevas estrategias terapéuticas para formas de epilepsia resistentes al tratamiento. Recibió una beca de la Sociedad Estadounidense de Epilepsia en el 2019 por esta investigación. Lindsey también trabajó anteriormente como investigadora postdoctoral, estudiando el papel de la inflamación en la epilepsia y la enfermedad de Alzheimer.

 

 

Esta nota es sólo una traducción del contenido original. Para leer la nota original de divulgación en inglés consulte: https://smanewstoday.com/news/muscle-ultrasound-may-help-monitor-sma-progression-study/

 

 

 

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