por Somi Igbene | 29 de marzo, 2022
Un nuevo estudio revela que la estimulación muscular eléctrica que imita los ejercicios de entrenamiento de resistencia mejora la estructura muscular, la función y las tasas de supervivencia en un modelo de pez cebra con Distrofia Muscular de Duchenne (DMD).
“El consenso arraigado en el campo de la distrofia muscular indica que minimizar el entrenamiento de resistencia preserva la fuerza y masa muscular porque disminuye el riesgo de daño muscular. Sin embargo, nuestros datos sugieren que un cierto nivel de actividad inducida por NMES (Neuromuscular Electrical Estimulation, es decir estimulación eléctrica neuromuscular) es realmente beneficiosa para la salud muscular en general.” Dijo Elisabeth Kilroy, la primera autora del estudio, en un comunicado de prensa.
El estudio “Los impactos beneficiosos de la estimulación eléctrica neuromuscular en la estructura y función muscular en el modelo de pez cebra con distrofia muscular de Duchenne” se publicó en eLife.
La DMD se caracteriza por el desgaste muscular progresivo y la debilidad debido a los defectos en la proteína distrofina. El ejercicio de resistencia – lo que involucra mover los músculos contra una fuerza, levantar pesas es un ejemplo – mejora la fuerza muscular en personas saludables, pero no está recomendado para las personas con DMD porque puede promover un mayor daño muscular.
La estimulación eléctrica neuromuscular (NMES, por sus siglas en inglés), la cual envía señales eléctricas para estimular células nerviosas específicas, causando que los músculos se contraigan, es usada en la medicina deportiva para fortalecer y mantener la masa muscular.
Estudios anteriores muestran que NMES es seguro y efectivo para mejorar la movilidad en las personas con esclerosis múltiple y puede mejorar la función muscular en aquellos con distrofia miotónica y distrofia muscular de cinturas. Sin embargo, el posible beneficio e impacto en DMD es desconocido.
Debido a que los músculos en el pez cebra y en los humanos comparten similitudes en estructura y función, un equipo en la Universidad de Maine investigó el impacto de la terapia NMES en la progresión de la enfermedad en un modelo de pez cebra con DMD.
Los científicos diseñaron cuatro regímenes para imitar cuatro tipos de rutinas de levantamiento de pesas: resistencia, hipertrofia (agrandamiento), fuerza y poder. La estimulación del pez cebra con cada tipo de NMES mostró que no causaron daño muscular inmediato significativo. Cada tipo de NMES tuvo diferentes efectos en la estructura muscular, en el que la resistencia y el poder lo mejoraron y la fuerza y la hipertrofia tuvieron efectos perjudiciales.
Estudios previos mostraron que en la unión neuromuscular – el sitio donde el nervio transmite señales al músculo causando que se contraiga – está deteriorado en modelos animales de Duchenne. En este estudio, los peces cebra con DMD mostraron menos uniones neuromusculares que los sanos. La estimulación de los peces cebra con cada tipos de NMES mostró que la resistencia, la hipertrofia y la fuerza mejoraron el número o la longitud de las uniones neuromusculares, pero la potencia no tuvo ningún efecto.
Sólo la estimulación neuromuscular de resistencia mejoró los tres: estructura muscular, natación (como lectura de la función muscular) y supervivencia.
“eNMES [resistencia] se define por pulsos de alta frecuencia y bajo voltaje, lo que es similar a un entrenamiento de bajo peso y muchas repeticiones que haríamos en un gimnasio”, dijo Kilroy, director de investigación observacional neuromuscular (MOVR) en la Asociación de Distrofia Muscular.
Los científicos procedieron a determinar las vías que contribuyen a la mejora de la resistencia de la estructura y función. Encontraron que la hemooxigenasa, una proteína antioxidante, y la integrina alfa 7, un receptor de proteína esencial para la estructura de las células musculares, desempeñaban un papel crucial.
“Encontramos que eNMES mejora la morfología [estructura] del músculo y la unión neuromuscular, la natación y la supervivencia. La hemooxigenasa y la integrina alfa 7 son necesarias para la mejora mediada por eNMES”, escribieron los investigadores.
Los investigadores sugirieron que el tipo correcto de ejercicios de entrenamiento de resistencia podría ser beneficioso para la DMD.
“Yo creo que el aspecto más emocionante es que establecimos un modelo de plasticidad neuromuscular en músculo sano contra músculo enfermo, y este modelo permitirá dilucidar los mecanismos que podrían ser la base de terapias potenciales en el futuro”, dijo la Dra. Clarissa Henry, profesora de ciencias biológicas y la autora principal del estudio.
Para leer la nota original de divulgación en inglés consulte: https://musculardystrophynews.com/2022/03/29/specific-electrical-muscle-stimulation-mimics-resistance-training-benefit-dmd/?s=03
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