Se espera que los resultados positivos del ensayo de Fase 3 respalden la solicitud a la FDA
Por: Lindsey Shapiro, PhD | 14 de marzo del 2024
La terapia celular en investigación, CAP-1002, ha seguido retrasando el deterioro de la función de las extremidades superiores y del corazón entre chicos y hombres jóvenes con distrofia muscular de Duchenne (DMD), de acuerdo con los resultados de dos años del estudio HOPE-2 de extensión abierto (OLE, por sus siglas en inglés).
Los resultados fueron presentados en la reciente Conferencia Clínica y Científica del 2024 de la Asociación de Distrofia Muscular (MDA, por sus siglas en inglés) por Mark Awadalla, vicepresidente de operaciones clínicas de Capricor Therapeutics, que está desarrollando CAP-1002.
“Realmente creemos que CAP-1002 tiene el potencial de ser una terapia principal, ya sea que el paciente esté con omisión de exón, o [haya] estado expuesto a terapia génica, o [esté] simplemente en tratamiento con esteroides”, dijo Awadalla. “Creemos que CAP-1002 puede administrarse junto con cualquier terapia”.
La charla se titulaba “CAP-1002: Una Terapia Celular Alogénica Demuestra Modificación de la Enfermedad en Pacientes con DMD en Etapa Avanzada – Resultados de Seguridad y Eficacia de la Extensión Abierta de HOPE-2 de un periodo de 24 Meses.“
Se está llevando a cabo un ensayo pivotal de Fase 3 controlado con placebo denominado HOPE-3 (NCT05126758), y se está reclutando a varones de 10 años o más con DMD en varios centros de EE.UU.
Se espera obtener datos este año y los resultados positivos apoyarán una solicitud regulatoria para la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés). Mientras tanto, los participantes en el estudio HOPE-2-OLE siguen en tratamiento y se esperan más actualizaciones este año.
“Tenemos previsto dialogar con la FDA sobre opciones para posibles vías de aprobación acelerada y, en relación con estos esfuerzos, esperamos compartir los resultados del periodo de tres años en el segundo trimestre de este año”, declaró Linda Marbán, doctora y directora ejecutiva de Capricor, en un comunicado de prensa de la empresa.
El objetivo del CAP-1002 son los pacientes con DMD en etapa avanzada
Los pacientes con DMD carecen de distrofina, una proteína importante para la salud muscular. La debilidad y el desgaste muscular progresivos afectan a las extremidades y al músculo del corazón.
Acorde a Awadalla, la enfermedad del músculo cardiaco, o cardiomiopatía, es “casi universal” en la DMD, y casi todos los pacientes presentan manifestaciones de ello al principio de la edad adulta. También es la principal causa de muerte en la DMD, pero no existen terapias aprobadas para la cardiopatía en estos pacientes, según la investigación.
CAP-1002 consiste en células derivadas de cardiosferas de músculo cardiaco sano que ha sido donado. Cuando las células se administran en el torrente sanguíneo, circulan y liberan pequeñas vesículas que captan las células diana, incluidas las del músculo cardíaco, donde liberan su carga para tener efectos inmunomoduladores, antiinflamatorios y regenerativos.
Awadalla señaló que, hasta la fecha, CAP-1002 se ha administrado a más de 200 personas en diversas indicaciones, pero destacó que la principal población de la compañía son los pacientes con DMD en etapa avanzada, que deberían experimentar un deterioro más lento de la función muscular esquelética y cardiaca con el tratamiento.
El ensayo clínico HOPE-2 de Fase 2 (NCT03406780) inscribió a 20 chicos y hombres jóvenes con DMD relativamente avanzada. Fueron asignados al azar para recibir infusiones CAP-1002 (150 millones de células) por la vía intravenosa (en la vena), o un placebo una vez cada tres meses durante un año, mientras que siguen el estándar de tratamiento con corticosteroides.
Los resultados mostraron que, al cabo de un año, CAP-1002 produjo una desaceleración significativa del 71% en el deterioro de la función de las extremidades superiores, en comparación con el placebo, según la evaluación del Rendimiento de las Extremidades Superiores (PUL 1.2, por sus siglas en inglés).
La función cardiaca también se preservó en relación con el placebo, y se demostró mediante la estabilización de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI), un indicador de la capacidad del corazón para bombear sangre al resto del cuerpo durante un latido, en una resonancia magnética cardiaca.
Tras un periodo de poco más de un año, durante el cual los pacientes siguieron siendo monitoreados sin tratamiento, 13 participantes en el estudio HOPE-2 ingresaron en la OLE, donde todos están recibiendo CAP-1002. Los pacientes tenían una edad promedio de 13 años y ninguno era capaz de caminar.
En línea con los análisis provisionales anteriores, los participantes en el ensayo siguen observando una desaceleración del deterioro de la función de las extremidades superiores después de dos años.
La disminución promedio de las puntuaciones del PUL 2.0 fue de unos 2.8 puntos a lo largo de los dos años de OLE, independientemente de si los pacientes habían sido asignados inicialmente al tratamiento placebo o al tratamiento activo en el ensayo principal.
Este descenso es 4.9 puntos menor al observado en el grupo placebo original que fue de 7.7 puntos, cuando no recibieron tratamiento durante los dos años que transcurrieron entre el ensayo principal y el periodo de intervalo.
CAP-1002 se asoció a una desaceleración global de la progresión de la enfermedad en un 64%.
“Para nosotros, estos datos son indicativos de un potencial modificador de la enfermedad y apoyan un tratamiento más temprano en la vida del paciente”, dijo Awadalla. “Estamos muy entusiasmados con esto”.
De los nueve pacientes con resonancias magnéticas cardiacas disponibles, seis han experimentado mejoras de la FEVI desde el final del ensayo principal HOPE-2.
El aumento promedio anual del 2.5% de la FEVI en estos pacientes contrasta notablemente con la historia natural de la enfermedad, en la que los pacientes experimentan disminuciones anuales de alrededor de 0.75%, según Awadalla.
“El tiempo es músculo para estos pacientes”, dijo Awadalla, señalando que una vez que se pierde la función muscular, no se puede recuperar. “CAP-1002 demuestra el potencial de frenar la progresión de la enfermedad”.
El tratamiento también se ha seguido asociando a un perfil de seguridad favorable en todos los análisis.
Sobre la Autora
La Dra. Lindsey Shapiro obtuvo su doctorado en neurociencia de la Universidad de Emory en Atlanta, donde estudió nuevas estrategias terapéuticas para formas de epilepsia resistentes al tratamiento. Recibió una beca de la Sociedad Estadounidense de Epilepsia en el 2019 para esta investigación. Lindsey también trabajó anteriormente como investigadora postdoctoral, estudiando el papel de la inflamación en la epilepsia y la enfermedad de Alzheimer.
Esta nota es sólo una traducción del contenido original. Para leer la nota original de divulgación en inglés consulte: https://musculardystrophynews.com/news/mda-2024-dmd-cell-therapy-cap-1002-continues-preserve-limb-heart-function/
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